miércoles, 22 de octubre de 2008

Luis Hernández Camarero (1941-1977)


Cuaderno 18 pág.16

4 comentarios:

Gael dijo...

Rescato estas dos de Luís Hernández

"Si regresaras, que habría de decirte"

"Dulce es el olvido, más dulce aún el recuerdo, dulcísima tu presencia"

Elepé dijo...

La poesía no es demencia ni lucidez/La poesía es tan sólo/La línea que divide el cielo de la mar/Que separa la aurora del crepúsculo/La vida del sueño/El comienzo del final.

Solitarios son los actos del poeta.
Como aquellos del amor y de la muerte. LH

RBC dijo...

Nació en Lima el 18 de diciembre de 1941.
Fue uno de los más originales miembros de la generación poética de los años '60. Médico de profesión, Hernández dejó de publicar en 1965, tras haberse iniciado con tres poemarios en los que su voz se reconocía nueva y, a la vez, tributaria de los rasgos más valiosos de su promoción. A partir de 1970 rompería su silencio con una heterodoxa práctica: la redacción de innumerables cuadernos en los que su bella caligrafía despliega su verbo luminoso. Ajenos a cualquier intento de edición, los cuadernos que el poeta regalara a sus amistades como signo de su marginalidad y emblema de su rebeldía, constituyeron su único legado y forman parte del volumen que el propio Hernández, antes de su trágica desaparición en Buenos Aires (1977), denominaría VOX HORRÍSONA.

Javier Sologuren (Lima, 1983)

Elepé dijo...

Aunque se publicó tres plaquettes en vida, la poesía de Luis Hernández se considera una obra abierta que muy pocos entendidos se atreven a juzgar porque tal vez pueda ser incomensurable como el mar leit motiv sobre los cuales siempre escribía. Algunos antologistas como Mirko Lauer, e inclusive la recopilación titulada y con carátula del propio Hernández y en manos de Nicolás Yerovi, Luis la Hoz y Ernesto Mora, a los escritos más recientes de un exégeta como Edgar O´Hara, entre otros, así lo consideran. Tal vez algunos iniciados puedan haberse encontrado con algún LH "pocket" y "rescatado" algún poema o dos...Bueno, no todos son vallejianos, tampoco aspiramos que todos sean Hernadianos, pero si hay que reclamar respeto para un corpus poético que recién se empieza a ser investigado a mayor profundidad, merito a algunos buenos amigos y seguidores incondicionales de su vida y obra. Elepé