miércoles, 21 de octubre de 2009

El Turrón de Doña Pepa en el mes de Octubre


La historia tiene como protagonista a Josefa Marmanillo (conocida popularmente como doña Pepa), esclava del valle de cañete en la época colonial que destacaba como buena cocinera.

Debido a unos problemas de salud, empezó a sentir una parálisis en las articulaciones que le impedía realizar sus labores cotidianas. Entonces pidió al Cristo de Pachacamilla que la sanará de ese mal.

Sus plegarias fueron atendidas y Josefa como agradecimiento a ese milagro, en la próxima salida del Señor, ya estaba apostada en una esquina con una tabla especialmente acondicionada, alzó el turrón con sus dos manos y se lo ofreció al Señor, con fé, amor y agradecimiento.

Cuando regresó a Cañete, Josefa contaba que el Cristo había vuelto la cabeza y con una gran sonrisa le había agradecido y bendecido el presente.

Josefa se propuso venir todos los años a ofrecer su dulce en la Fiesta del Señor de los Milagros, luego fue su hija y la hija de ésta y así sucesivamente, hasta nuestros días, en que el Turrón de Doña Pepa, preside, desde hace trescientos años, las expresiones gastronómicas de la muy devota Procesión del Señor de Los Milagros.

Es un dulce colorido, decorado con bolitas de anís, higos confitados, grajeas y figuritas que lo decoran.
Tiene como base una mezcla de harina, manteca, yemas de huevo y anís. Con esta masa, que se elabora muy suavemente, se da forma a unos bastoncillos alargados que se hornean. Además se prepara una pasta con miel con chancaca, clavos de olor, membrillo, piña y cáscara de naranja. Todo ello se lleva a hervor hasta que adquiera el punto de bola blanda.
Luego ésta miel se vierte sobre los bastones de masa intercalandolos hasta que la última capa se cubre con las grageas o dulces de colores para darle a un efecto multicolor.

Es muy rico!