lunes, 25 de mayo de 2009

"Princesas de porcelana"


Se llaman princesas de porcelana, pero su fragilidad las asemeja al cristal. Tienen entre 9 y 15 años y sus pesos, en varios casos, apenas duplican la cifra de sus edades. El hambre las consume. En su vertiginosa y perversa carrera contra las calorías, las anoréxicas se vuelven retraídas, inseguras y poco tolerantes a la frustración.
Las bulímicas, en cambio, desarrollan conductas impulsivas, se vuelven extrovertidas y propensas a consumir drogas.

En los últimos 10 años el número de casos con estos trastornos se ha incrementado 20 veces. De los cinco casos que el Hospital Honorio Delgado reportó en 1996, el año pasado llegó a 100. La enfermedad que antes acechaba solo a los sectores económicos más acomodados se ha extendido hoy hacia sectores populares y emergentes.

Los psiquiatras concluyen: en una sociedad que le rinde culto a la delgadez es difícil que una jovencita concilie los halagos que recibe cuando baja de peso y su drama personal a la hora de conseguirlos.

EL Comercio