
La realidad a veces es superada por la fantasía y visceversa.
El mundo idilico y mágico brinda posibilidades de expresión creativa, tanto así que una simple corona en una pequeña por ejemplo, la puede llevar a ser una princesa por un momento.
Es el "pensamiento mágico" donde se cree que lo imposible es posible.
El proceso de crecer y madurar no resulta nada fácil para un niño. Poco a poco ha de ir enfrentándose con el mundo, ha de relacionarse con los demás.
Los niños necesitan un mundo interior que les brinde protección y que se convierta en su refugio y los adultos, de vez en cuando entrar a ese mundo mágico dejándonos arrastrar por su lógica y fantasía......saquemos y sacudámos a ese niño que llevamos dentro.