"Menos es más"

La gama de opciones (sobre todo en nuestra cultura actual de consumo)permite, "supuestamente" mayor capacidad de autonomía, control y liberación que resultan estimulantes y positivas. Pero llega un punto en que tantas posibilidades, nos trastoca y hasta confunde, volviendose el acto de la elección en un episodio complejo.

Pensemos en una situación de adquirir un brassier, vamos con un esquema más o menos concreto pero llegados a la tienda, se nos expone un sin fin de posibilidades: con aro o sin él, de licra o algodón, con gel o sin gel, con broche adelante, con broche atrás, con estampado o no, brasieres PUSH UP, con copa o con media copa, con cojin de aire removible etc. etc. etc.

También el tema se hace extenso al ámbito laboral, amical, profesional, personal, social, etc.
La abundancia de posibilidades tiene su precio: nos puede conducir a confusión, a quererlo todo, a padecer de ansiedad o estrés y hasta cuadros de depresión.

La libertad de elegir sin sentirnos presionados o debilitados es algo que deberiamos tener en cuenta al final de una decisión. Adoptar la filosofía de “menos es más” supone decidir qué necesitamos tener alrededor y qué no.